viernes, 25 de enero de 2013

Wadja


Eso de "una mujer que ha realizado el primer film saudí" persigue a "Wadjda" (Haiffa Al Mansour, 2012) desde su presentación en Venecia. En Friburgo ha ganado el premio del público, y es que se trata de un film que puede llegar a ser muy popular. A ver si lo ven así y lo contratan los distribuidores españoles, porque se merece su estreno más que otras cosas que llegan a las pantallas.
Es una película sencilla, pero no todo lo evidente que podría hacer pensar su argumento (una niña árabe lucha contra dificultades religiosas y sociales para hacerse con una bicicleta). Arranca con una panorámica sobre las piernas de un coro de niñas recitando el Corán. Evidentemente las piernas están más que cubiertas por una bata gris que les llega hasta los tobillos, dejando ver únicamente unos calcetines con ribetes y unos zapatos de charol. Pero la panorámica da con algo chocante: Los "Conver" (zapatos de basquet) de una niña del coro, que no puede ser otra sino Wadjda, la protagonista.

Hay alguna otra imagen cómica bastante bien colocada, y el último plano, en una tierra de nadie, huyendo de la grandilocuencia, también hace, junto a la evidente simpatía de la niña, hacer caer bien la película.
En las fotos, al margen del cartel de la película, en una se ve a Haiffa Al Mansour siguiendo la idea -parece que ya muy sobada- del fotógrafo del Festival de ir a posar con una bici. 
En la otra, en el puente que une Planche Superieur con la Neuve Ville, mira a cámara sonriente. Quien está haciendo una foto del río es Carlos Sorin.

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