lunes, 4 de septiembre de 2017

Le cancre

Rodolphe, interpretado por el mismo Paul Vecchiali, y su hijo.

Filmin ha decidido desconcertar aún más a su parroquia añadiendo a su catálogo otra película de esas de la última hornada de Paul Vecchiali, "Le cancre" (2016).
Empieza la ronda de encuentros con sus antiguas mujeres.
En "Flores rotas" (2005), Jim Jarmusch hacía recorrer el país a Bill Murray para encontrarse una a una con sus antiguas amantes y descubrir de cuál de ellas podría ser el hijo que le anuncian tuvo en su día. Aquí el mismo Paul Vecchiali interpreta a Rodolphe, un supuestamente adinerado anciano que, con la presencia en su casa de un hijo con el que nunca ha mantenido una relación fluida, reemprende también en su caso contacto con todas sus mujeres, pero con el objetivo de dar con Marguerite (Catherine Deneuve), la que cree pudo ser y quizás sea el amor de su vida.
Entre las que hay hasta monjas (Edit Scob).

Vecchiali filma la película como lo ha hecho últimamente: Bajo presupuesto, interpretación en ocasiones teatral, casi guiñolesca, mientras que en otras ocasiones deja seguir una línea naturalista. Hay en el film cartas dadas a leer, pero combinadas con la tableta del hijo, que debe utilizar para sus encuentros homosexuales. Paseos de Rodolphe pensativo, pero combinados con encuentros y conversaciones a dos o tres plantados, colocados frontalmente a la cámara.
Hasta llegar a Margueritte (Catherine Deneuve). Aquí con Laurent, el hijo, del que hay en el film también un cierto protagonismo. Pero -y hoy en día eso resulta bien sorprendente- "Le cancre" es cine aparentemente joven, pero hecho por y representando historias de gente muy mayor, que no son personajes secundarios, telón de fondo, sino totalmente protagonistas, por ellos mismos.

Una dedicatoria del film es para Jacques Demy, supongo que porque de tanto en tanto un personaje canta el "Chagrin d'amour" o Rodolphe mismo canta canciones que quizás nos puedan hacer descubrir que el humor es en la película únicamente una tapadera, y lo básico es ese amargo lamento sobre la vejez. Canciones como esa que dice algo así como "Es en mi cama que busco en vano sus cuerpos...".
La inolvidable Françoise Lebrun de "La maman et la putain" interpreta a una de las mujeres de Rodolphe.

Aclarémoslo, que luego la gente se mosquea: Esto no es una recomendación. Como pasaba con los últimos films de Manoel de Oliveira, más que una recomendación, que sólo se podía hacer en casos muy contados, de rara avis de este tipo sólo pueden hacerse notificaciones de existencia.
Mathieu Amalric tiene también un pequeño papel. De hecho, en buena parte el film está compuesto de apariciones estelares. Dirías de amigos que gustosamente ofrecen alguna que otra sesión de rodaje.


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