Hace años, en la galería de Bremen, tuve un primer contacto con obras de video-arte que evocaban, con penetrantes imágenes, escenas de Alfred Hitchcock. Entrando a ver “Wreckage in May”, el primero de los tres cortometrajes de Declan Clarke que se exhiben en la Hugh Lane Gallery de Dublín (imágenes), vi una nueva prueba de la influencia del cine de Hitchcock en el arte contemporáneo.
Inicialmente pensé también que se trataba de una forma muy original demostrar parte de una colección, porque las imágenes de ese hombre con gabardina que observaba a una misteriosa mujer con vertiginoso moño que, a su vez, contemplaba hasta tres cuadros podía tratarse simplemente de un encargo para compensar, ya que no suplir, la falta de espacio de una galería –la National Gallery de Dublín- que, estando en obras, sólo puede mostrar unas pocas salas con “lo más importante” del museo.
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