¿Habrá dispuesto Billy Wilder o cualquier otro de los guionistas de la "Ninotchka" de Lubitsch, por el extraño conducto que fuera, de las cartas de Ródchenko desde París a su mujer Stépanova para su escritura del guión de la película?
Las coincidencias son muchas. Alexandre Ródchenko es enviado por el gobierno soviético a París en misión temporal, como ocurre en el caso de Ninotchka. En el caso del fotógrafo y artista es para diseñar y montar buena parte de los espacios expositivos de la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industrias Modernas, justo esa que dio nombre a un nuevo estilo, el Art Decó. Cuando llega a la ciudad, se pasea curioso mucho por ella, se fija en sus tiendas y en cómo van sus mujeres, si bien
como resultado exterioriza en sus cartas su malestar ante todo un sistema productivo que sólo busca el placer, y en el que las mujeres son simplemente un objeto más.
En su primera carta desde París, además, escribe que "Lo primero que me llamó la atención en París es que hay bidé en la habitación, y hoy por la mañana vi a un hombre vendiendo fotos indecentes."
Estas "Cartas de París" suyas (edición de Ginés Garrido, La Fábrica Editorial, 2009), de las que acabo de iniciar su lectura, prometen.
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