Agotadas las localidades. Pero, llegada la hora de empezar, se veían los laterales de la sala Laya de la Filmoteca (que es más ancha que larga) vacíos. He empezado a oír especulaciones: “En los laterales el 3D no se ve bien, y por eso no han puesto a la venta sus butacas”. Luego hemos oído la verdadera razón: Tenían únicamente cien gafas del sistema 3D, y ese ha sido, correspondientemente, el número de butacas que han puesto a disposición.
Sea por Godard, por su último trabajo hasta la fecha (está preparando otro), o por la curiosidad de las tres dimensiones, el caso es que había expectación y, curiosamente, la media de edad del auditorio era sorprendentemente baja. Quizás –no lo sé- haya sido una imposición de Bande à Part, o de la escuela de cine en la que cursan estudios.
Se veía radiante a Esteve Riambau, ofreciendo la primera sesión en 3D de la Filmoteca, y precisamente con “Adieu au langage”. Por cierto que ha anunciado que se hará una sesión suplementaria, fuera de programa, el próximo sábado, admitiendo a otros cien espectadores… Es un espectáculo muy curioso. La película no tiene nada que ver, efectivamente, con su visión en 2D, como posibilitaron únicamente los distribuidores por aquí, por lo que si alguien quiere disfrutarlo, atentos a los detalles del anuncio oficial del pase…
Por lo demás, Fabrice Aragno ha tranquilizado a la gente, diciendo que no era importante si alguien se perdía un poco, y no entendía alguna secuencia del film. Así entre nosotros, en mi caso podría hablarse de la frase complementaria. Creo que he captado sólo unos pocos significados de escenas, pero he estado todo el metraje de la película boquiabierto, admirado con ese encuadre de ahí, esa otra escena de allá, y así.
He debido irme a mitad coloquio, pero he tenido tiempo para pescar dos o tres cosas muy interesantes sobre la propia película (ese efecto como de ver las cosas desde el punto de vista de un gigante que se obtiene al separar las dos cámaras 12 cm entre sí, en vez de los preceptivos 6 cm, que son los que separan un ojo de otro) y sobre la forma de operar de Godard: Una vez acabado un film, tira todo el material que ha servido para hacerlo, y afronta el siguiente como partiendo de cero. ¿Cómo elabora Godard un “guión” de una nueva película? –le ha preguntado a Aragno (su responsable de imagen y sonido) un espectador-. He apuntado mentalmente su respuesta, muy ilustrativa. Compra y monta una estantería de Ikea, y en cada uno de sus estantes va depositando tal o cual libro, una idea, etc. Luego, para poder presentarlo a los eventuales coproductores, cose una serie de hojas de papel haciendo con ellas una especie de libreta, y va pegando en ellas frases, fotografías, imágenes de cuadros, todo lo que ha ido allí acumulando.
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