martes, 20 de octubre de 2015

La rueda de la vida de "El río"



Cuando estás dándole vueltas a un tema tienes la sensación de que la casualidad te envía continuas notificaciones de emparejamientos con él. Es lo que te hace, cuando estás esperando el nacimiento de un hijo, topar por todos lados con mujeres embarazadas. O, cuando te ves amenazado por una enfermedad, ver por la calle a gente a la que escrutas, porque crees que está pasando por un trance similar.
He estado, sin prisa pero sin pausa, preparando una sesión de "The river" (Jean Renoir, 1951), que debo presentar. Uno de los temas básicos de esa hermosa película es la rueda de la vida, esa ley inexorable por la que algo debe morir para que algo nuevo renazca, y el mundo siga, aunque renqueante, funcionando. Pues bien, acabo de llegar a la última entrada de esa especie de dietario y libro de memorias de Antoni Puigverd ("La finestra discreta", Libros de Vanguardia, 2014), que es también un hermoso recorrido a ritmo pausado pero constante por el paso de las estaciones, reforzando lo que explica "El río". En esa última entrada del libro, que cierra el capítulo de "Diciembre", Puigverd repasa todo lo que se llevará la fría tramontana de invierno: sus versos, artículos y novelas, los croissants del domingo, sus paisajes y paseos, sus recuerdos de familiares y amigos, todo aquello, en fin, de lo que ha ido hablando en el libro. Pero luego acaba así, dándole de nuevo a la rueda (traduzco):
"Y todo lo empezará de nuevo alguien cuando llegue el alba. Alguien que volverá a subir la persiana de los días. Alguien que besará, preparará cenas, tendrá recuerdos, visitará otras ciudades, leerá mucho, tendrá hijos, visitará iglesias y ruinas, tendrá amigos, paseará por el bosque, apreciará la luz de la tarde, confiará en las palabras y plantará cara a los trabajos y los días."
He cerrado el libro. He sopesado su volumen un par de veces y a continuación lo he dejado ceremoniosamente a un lado, cogiendo y abriendo sin solución de continuidad otro libro llegado a mis manos hace poco que va a ser mi siguiente lectura. Es quizás más grande y, aunque es totalmente diferente, viene a pesar lo mismo.

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