El próximo miércoles se pasa en la Filmoteca “Rocío” (Fernando Ruiz Vergara, 1980), un documental centrado en el rito rociero que tiene el triste honor de ser el único film censurado por una sentencia judicial ya en época post censura franquista. Y hoy he ido a ver en la misma Filmoteca “El caso Rocío” (José Luis Tirado), en la que se desvela el proceso seguido para la elaboración y posterior censura del primero.
Según queda claro a base de entrevistas a quienes participaron, al margen de la constatación de que en la romería se juntan muchas cosas que poco tienen de religioso, lo que sin ninguna duda ocasionó esa persecución y sentencia fue que en la película se habla y se dan nombres de las personas que ejecutaron la terrible represión, los primeros días de la guerra civil, en el pueblo de Almonte.
En la foto, Fernando Ruiz Vergara entrevistado para la película en su habitación de la residencia de cuidados continuos portuguesa, poco antes de su fallecimiento. Es precisamente ahí donde tiene lugar una de las secuencias más emotivas del film: Cuando Ruiz Vergara explica cómo hicieron, a base de atemorizarlo hasta el límite, que se desdijera de las acusaciones al pobre campesino de 72 años que, con gran valor, había señalado el nombre del autor de una absoluta atrocidad que él mismo presenció.
Es “El caso Rocío” un film sencillo y, además, honesto, hasta el punto de dejar en su metraje final las explicaciones de cada miembro del equipo que hizo el film (entre los cuales un grupo de portugueses cuarteados con el entonces relativamente reciente 25 de Abril y hasta Salvador Távora, que cantó y se encargó de la música), incluidas unas cuantas divergencias de fondo.
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