Al mismo tiempo que rodaba “Naturaleza muerta” (“Still Life”, 2006), Jia Zhangke seguía los pasos del pintor Liu Xiao Dong por la construcción de la presa de las Tres Gargantas en el documental “Dong”, que hoy se ha presentado en la Filmoteca dentro del ciclo “Per amor a l’art”, que sigue las relaciones entre cine y pintura.
Liu Xiao Dong forma parte de esa nueva generación de pintores chinos que ha empezado a mostrar sus obras tras acabar de estudiar en la pasada década. Es el segundo caso reciente en que me topo con uno de ellos cuyas escasas (en este caso) declaraciones sobre su trabajo me parecen de lo más infumables. Si sus dos pinturas cuya elaboración registra (sin mucha profundidad) la película son obras realistas que yo no juzgo excepcionales, pero sí visibles, Liu es un tío realmente feo, al que además Jia Zhangke le pesca en un par de secuencias durmiendo de forma, digamos, no muy fotogénica (yendo, por cierto, a entregar unos regalos de lo más hortera a los hijos de la familia rural de un fallecido).
Puestas así las cosas, lo mejor es, creo, dejarse llevar por lo que documenta adicionalmente la película: el entorno de los trabajos de construcción de la presa de las Tres Gargantas, por un lado (del que hace un cuadro panorámico de sus obreros descansando, jugando a las cartas, en una terraza) y el atiborrado Bangkok a donde ha ido a pintar un cuadro de un grupo de chicas que trabajan en el comercio del sexo.
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