Como creo haber acabado las publicaciones sobre cine-clubs genéricos que tengo por casa (Julio Lamaña continuará aportando de su fondo interminable), acudo a publicaciones más personales, en general muy antiguas, para seguir colocando “fotos” a este álbum centrado en este tema, mientras no nos lleguen varias aportaciones de amigos que estamos esperando. Ésta será la número 43 de la colección.
Los cine-clubs suelen dar en ocasiones un programa de mano para documentar sus sesiones. En alguna ocasión, estos programas se editaban en forma de libro que, con una pequeña introducción, los agrupaba a modo de resumen de lo que había sido el curso. En el Cine-club Ingenieros (de la Escuela de la Diagonal de Barcelona) de los años 70 el volumen de esos “libros” llegó a ser escandaloso. Recuerdo –y ahora lo he leído en la introducción- que éste del curso 1974-75, aunque bastante completo, llegaba con propósito de enmienda. “No se trata de una cuestión de páginas –decíamos- sino de contenido”. Y hablábamos de intentar hacer sólo un par de hojas sintéticas con datos recopilados sobre el contenido de la sesión o bien de dossiers con voluntad de contenido original, incluso forzando al trabajo a nuevas generaciones que se incorporaban al trabajo.
En esta línea, el libro contiene un dossier de 43 páginas sobre el recientemente “re-descubierto” underground Antoni Padrós, de quien proyectamos todos sus films; otro de 9 páginas sobre el “Contactos” de Paulino Viota; otro de 20 páginas sobre Jacinto Esteva; uno de 10 páginas sobre Buster Keaton; uno sobre Orson Welles o Joseph Losey preparado por una nueva hornada de ingenieros cautivos del cine, como Félix Arias, luego conocido por su “dossier” de la candidatura olímpica de Barcelona; u otro de Fernando Fernán Gómez, escrito, ya con su peculiar estilo, por un jovencísimo Marcos Ordóñez.
Pero entresaco de la introducción del libro. Ésta señala el mantenimiento (durante un curso en el que se proyectaron 38 largometrajes, 8 mediometrajes y 41 cortometrajes) de las sesiones de los jueves, dedicadas “a ese público más amplio que puede ser el de la escuela” y que “su mayor o menor éxito posibilita la existencia de una programación más minoritaria, teóricamente más ‘adecuada’ para el ámbito universitario en donde nos encontramos –las sesiones de los sábados, en las que hemos dado entrada con especial atención al cine español, y en la mayoría de los casos al cine español poco conocido debido a su marginación, cine independiente,…, cine comercial fallido,… “ (en general eufemismos para hablar de cine prohibido). Me hace gracia ver que, entre esa programación más “comercial” había, por ejemplo, películas de Losey, Welles, Rossellini, del Nuevo Cine Alemán, Peter Watkins,…
Leo también un sonoro lamento, enumerando las causas por las que ese curso no se había programado ningún “week-end cinematográfico” (“la brutal subida de los precios de alquiler de las películas de las distribuidoras comerciales, la inmovilidad del catálogo de la Federación de Cine-Clubs,…”). Aún así, veo que se hicieron sesiones especiales, a mi entender, de gran valor: Sobre la obra de Jean Vigo un día festivo, o sesiones sobre los campos de concentración nazis, la causa palestina o “El campo para el hombre”, un alegato de un colectivo de cine militante.
Por último, y para acabar esta entrada tan maratoniana, el recuerdo agradable –también mencionado en la introducción del libro- de haber sido el año en que TVE, con un despliegue de medios que aún recuerdo asustado, grabó un programa (“La vida cinematográfica en…”) en el cine-club. Habían escogido el CCI como el más representativo de Barcelona pero, para hacerlo más representativo, propusimos ampliar la mirada a otros cine-clubs (Informe-35, Mirador, de barrios y de comarcas), con los que se grabó una mesa redonda planteando al situación de los cine-clubs por aquí. Si alguien ve unas imágenes de un coloquio posterior a la presentación del “Lock-out” de Padrós, en el que se oyen tranquilamente cuestiones tabú hasta entonces para la televisión española, es que el programa acabó con eso.
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