domingo, 1 de octubre de 2017

Palme


Buscando un perfil que pueda sacarnos de este atolladero político en el que nos hemos metido, me he puesto a ver el documental "Palme" (Maud Nycander, Kristina Lindstrom, 2012), ya que la fama de Olof Palme nos llegó muy clara.
De niño (prodigio), interno en un colegio a la muerte de su padre: Atleta, algo desastrado, víctima de las burlas de sus compañeros.
"Sólo quisiera demostrar una vida lo más decente posible", dice tras negarse a responder a cómo le gustaría ser recordado. Después de esta entrevista efectuada poco antes de su asesinato, el documental repasa su vida:
Tres meses recorriendo los Estados Unidos, viendo la pobreza de su interior, los barrios de la población negra, todas sus desigualdades, le hace tomar conciencia política. Tage Erlander, el eterno primer ministro socialdemócrata, viendo sus aptitudes, lo coge como secretario, diciendo que era el personaje político más inteligente que había dado Suecia. Poco después es nombrado ministro de à Exteriores y preside una manifestación contra la guerra de Vietnam. Después, como ministro de Educación, cuando sabe de la ocupación de la Universidad por parte de los estudiantes, se presenta en su Asamblea, para "escuchar lo que le quieran decir". Les convence con su discurso demócrata y contra la violencia.
Siguiendo a Tage Erlander.
Pasa a ser el primer ministro, con la aprobación de su mujer... "si respeta un mes de vacaciones anuales", que pasa con su familia en la isla de Faro, la del retiro de Bergman.
En su casa, con su familia, en un barrio moderno de Estocolmo.
Como primer ministro empieza a perder popularidad con un suceso que inscribió en los anales el "síndrome de Estocolmo", y diferentes escándalos en su partido, que sólo compensa con su postura contra el golpe de Pinochet, a favor de la revolución cubana, contra las dictaduras griega, portuguesa y española, así como con su postura de apertura para la recepción de refugiados políticos e inmigrantes. Cosas, todas ellas, que también le ocasionan muchos enemigos.

Pese a que tras perder unas elecciones volvió a ser elegido en las siguientes, tuvo un final -asesinato al margen- no tan brillante como el de sus inicios. En el documental se indica que tuvo que defender posturas de su partido en las que no creía, y que se acercó al político standard. Quizás no sería tampoco el perfil que precisamos...

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