Era el estreno del “Pasolini Corsari” que ha montado Pere Alberó dando continuidad a unos cuantos textos de entre los últimos del escritor y cineasta. Unos 40 minutos en los que aparece un poco de todo: muerte, revoluciones fallidas, el poder, el nuevo poder en forma de consumismo. Pero también la penetrante descripción de los jovencillos que van a las termas de Caracalla a pasear su pelo ondulado. O la Roma popular, evocada por una cancioncilla que habla de Santo Antonio que he visto que, justo en la fila de atrás mío, tarareaba emocionada y divertida Roberta Ferrazza, la directora del IIC. Neus Mayolas ha acabado de demostrar que puede representar tanto a una pueblerina mujer de carácter como a una fuerza diríase que venida del más allá, y Pol Forment, con apariencia de más joven, le ha dado la réplica.Ha sido una bella forma de dar la bienvenida al buen tiempo en las noches de Barcelona. I, claro, de hacer llegar la voz de Pasolini.
Ahora, la obra está a disposición de Centros Sociales, Asociaciones,... que la deseen programar.
El escenario, antes de empezar la obra.
Y el público, que va llenando los bancos del jardín, bajo la mirada de Garibaldi.
Y dando lo que puede parecer un pase torero.
La obra empieza con un sonido ("Todo es santo, todo es santo, todo es santo") y con una muerta.
"Io sono morta", empieza diciendo Neus Mayolas.
Y aparece Pol Forment.
El autor, escritor...y responsable de sonido.
Un peinado,
un chal... y otro carácter.
Increpando al público.
Aplausos finales.
Bises (de aplausos)
Y ahí he pescado cuando se llevaban todo el atrezo de la obra.
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