El personaje de "Yoyo" (Pierre Étaix, 1964) durante 1925, pese a vivir en la opulencia, con centenares de sirvientes, es, como el del cortometraje "Rupture" (Jean-Claude Carrière y Pierre Étaix, 1961) -ambas hoy en la Filmoteca- un desgraciado.
Luego, con el crac económico, entra en el mundo del circo, y la cosa cambia. Tanto cambia que la película deja de ser muda y, aunque apenas tiene diálogos, pasa a ser muy sonora.
Vistas ahora estas películas recuperadas, se constata que Pierre Étaix continuará siendo un capítulo aparte de la historia del cine. En "Yoyo" hay divertidos homenajes a Keaton (toda la escena del método de comunicación cuando el coche lleva el carromato del circo, o cuando el multimillonario sale a pasear al perro... en coche, por ejemplo) o a Chaplin (la mujer ideal, el circo). Y escenas que hacen ver la existencia de un contemporáneo de Tati con el que emparentarlo.
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