sábado, 5 de abril de 2025

La viajera

En la primera parte, en la que el espectador no hace sino apreciar la caracterización que hace I. Huppert de la excéntrica viajera…

… y llenarse de interrogantes.

Interrogantes que se resuelven en esta hilarante escena, en la segunda parte de la película, en la que vas descubriendo paulatinamente las inesperadas relaciones a dos entre los tres personajes. Me imagino a Hong Sang-soo riéndose a carcajadas ideando sus diálogos.

Cada parte está formada, a su vez, de otras dos, que acentúan la sensación repetitiva respecto a la anterior, pues al menos entre las dos primeras se repiten las acciones.

Festival D’A - 7
¡Qué extraordinaria manera de caracterizar un personaje la de Isabelle Huppert! El la primera escena de “La viajera” (“A traveler’s needs”, Hong Sang-soo, 2024) la vemos fuera de su registro habitual, en el piso de una joven estudiante de piano, marcando con cuatro gestos y la forma de manejar y tirar su bolígrafo al bolso el carácter de una viajera francesa en Corea, que parece corresponder más al literario de excéntrica viajera británica.
Pocas veces más que aquí me he reído tanto con un Hong Sang-soo, que establece para sus tres primeras partes un tono de película cómica inusitado, dejando en el espectador, tras su tercera y última parte, un cierto regusto bien diferente del de la comedia, haciéndole apreciar con otros ojos el personaje al que ha dado vida Huppert.
Coreano, pero mucho más inglés (hablado por no parlantes en ese idioma, como traduccion para procurar entenderse) y un poco francés son los tres idiomas que recorren la película, quizás acercándote la trama que presenta de forma más fuerte que en otras ocasiones.
Las tres partes (no marcadas como tales) las definen tres escenas, rodadas habitualmente las dos primeras con planos fijos de cámara para captar los diálogos y situaciones de la viajera (practicando lo que sabremos al poco tiempo es la idea que ha tenido para ganar el dinero necesario para su estancia en el país) con un o con dos personajes adicionales, a los que hace tener reacciones que oscilan desde la desconfianza hasta la candidez más transparente, pasando por divertidas atracciones.
Para marcar más diferencias, que creo me harán recordar la película de forma diferencial, hay hasta un gag logrado por montaje, con un corte que lleva a la mirada interrogante de un perro que ha presenciado la acción.
La distribuye Atalante, por lo que parece asegurada su distribución, de lo que hay que congratularse.

Interregno que permite apreciar aún más el carácter excéntrico de la viajera y, observando todo lo que pasa con un zapato, la precisión de la puesta en escena de la acción, para hacerla más creíble, no forzada, por el espectador.

Tercera parte, y de las pocas escenas sin Huppert en cuadro.
 

viernes, 4 de abril de 2025

Postcards and memories




Tenemos previsto pasar unos días recorriendo Mallorca, guiados por unos profesores de geografía especializados en turismo, con lo que ver ahora “Postcards and memories” (Cesc Mulet y Pablo Bujosa, 2016), que hoy han colgado en Filmin, aunque luego he sabido que ya la había visto por la tele hace tres años, me ha supuesto un buen aperitivo.
Explora el desarrollo del turismo en la isla desde los años 50 hasta la actualidad mostrando las fotografías y filmaciones de Josep Planas, quién se ve fundió un auténtico imperio, Foto-cine Planas, que divulgó y se inventó con sus postales y reportajes la imagen turística de Mallorca al tiempo del boom de hoteles y visitantes.
Bien filmado pero con recursos repetitivos, con un “tratamiento literario” de Nadal Suau, con frases precisas pese a algo redichas, que en muchas momentos resultan excesivamente redundantes y explicativas de las imágenes, tiene para mí, como peor enemigo, unas músicas en la banda sonora con las que quieren dar ritmo a todo el relato, que no avanza en línea recta, sino que a veces entra en ciertos bucles, volviendo a lo mismo.
Pero ver ciertas imágenes de antes del desastre o de su inicio, así como el color del tópico extendido por las postales que colaboraron a hundir el paraíso, sigue teniendo su qué.






 

 

Constelación Portabella

Claudio Zulian (director), Luis Miñarro (productor) y Pablo La Parra (Director de la Filmoteca, antes de la proyección.

Ya en el coloquio, Pablo La Parra, Claudio Zulian, Pilar Parcesisas y Esteve Riambau.

Un reportaje italiano sobre el rodaje, en el piso de Portabella, de “Nocturno 29”.

En un coloquio de La Clave. Salen en “Constelación Portabella” muchas declaraciones suyas en entrevistas televisivas, además de trozos de algún reportaje o programa con él como protagonista, incluido, al final, una aparición suya en televisión tocando en directo la batería, de la que había sido muy aficionado en su juventud. Al acabar la pieza, sonriente pero my nervioso, se le veía haciendo mucho un gesto suyo muy característico, de apretar los dientes.

La extraordinaria secuencia de “El silencio antes de Bach” en la que un grupo de violonchelistas lo interpretan con el metro articulado en marcha. A Portabella siempre se atrajeron las hazañas visuales… y sonoras.

Festival D’A - 6
En la misma “Constelación Portabella” (Claudio Zulian, 2024; anoche en la Filmoteca) aparece Pere Portabella diciendo que estaba inicialmente en sintonía con grupos artísticos como Dau al Set o El Paso, porque quienes estaban encuadrados en ellos, sus amigos, intentaban transgredir el mundo del arte, y que él siempre ha intentado aupar la transgresión.
En el documental elaborado ahora sobre él, que repasa buena parte de su dedicación al cine, sorprende, aún producido por Luis Miñarro y siendo sobre tal personaje, por su convencionalidad, hasta el punto que la única transgresión que hay en él (al principio, viendo los cortes de entrevistas iniciales, creía que seguía incluso esa pauta de los documentales televisivos norteamericanos actuales, de avanzar las dos o tres ideas que se encontrarán más tarde, si el espectador no pasa a otro canal), la única transgresión apreciable, repito, se halla en los trozos de las películas del cineasta, que se muestran con profusión, no siempre en concordancia, por cierto, con las declaraciones que sobre su cine o su persona hacen unos cuantos especialistas de nombre.
En el coloquio, uno de los expertos entrevistados en la película, Esteve Riambau, recordó la única guía que le dio Portabella cuando finalmente acordaron hacer el libro recopilatorio de sus escritos publicado recientemente en Galaxia Gutenberg: “No hagas nada convencional”. No criticó por eso la película, admitiendo que la opción de rellenarla con el máximo de Portabella, quedando la forma del documental en un segundo plano, era una de las opciones, pero sí le afeó en varias ocasiones que lo que habíamos visto era una constelación al que le faltaban estrellas, y fue enumerando a lo largo del coloquio unas cuantas que había callado la película, centrado casi todo en lo más político: “Informe General II” (que Zulian dijo que “no cabía”, para luego explicar que su documental no seguía el aparente orden cronológico que según cómo muestra, sino que funciona por bloques de temas -su dedicación inicial como productor, sus primeras películas bastante rompedoras, la música, la política,… y con “El sopar” y el primer “Informe General” dio por terminado el bloque político), su primordial participación últimamente en la Fundación Alternativas, su (muy especial…) relación con los creadores de cine militante o que se le acerca, su eterno desmarque de la Escuela de Barcelona, en la que lo quiera o no se acunaron sus peliculas, su actividad como senador, etc.
Yo sí añadiria que algo mínimamente transgresor -ya que no completo- debería ser un documental que se dedique a tamaño personaje. Tiene razón Zulian en decir, como dijo en el coloquio al hablar de su planteamiento de película, que no se puede hacer nada al estilo Portabella, que él es, en este sentido, único. Pero es que no se trataba de eso: Portabella nunca ha exigido a los que hizo de productor que emularan su tipo de cine, sino que expresaran con su propio lenguaje lo que querían decir. La película de Zaluan que propició su primer encuentro con Portabella, “A través del Carmel” (2009), tenía una forma y estructura personal de abordar su tema, y apostaría que eso fue lo que justificó que Portabella le felicitara (como ayer nos contó el autor de la “Constelación”). Pero no se desprende ni un detalle como los de ese trabajo previo en lo visto ayer, de no ser esa ocurrencia de poner el título de la película y sus entrevistados en medio de su metraje, pues estoy hablando, claro, de otro tipo de aproximaciones.
Casi todos los entrevistados son personas conocedoras del tema sobre el que se les preguntaba y aportan argumentos de interés, pero, no sé, a mí, personalmente, me agobian un poco estos montajes en que se reparte entre un nutrido grupo de supuestos especialistas la tarea de ir montando la consideración de una personalidad. Me da la impresión de que se diluye y banaliza un poco el discurso. ¿No habría sido mejor, quizás, encomendarse a un par de ellos y que fueran esos dos los que condujeran razonadamente la travesía?
Según declaró, la apuesta de Zulian había sido intentar una película de ahora con el lenguaje de ahora (?) para, como objetivo central, dar a conocer a las nuevas generaciones la importancia de la obra y actuación de Portabella, porque, señaló, en las clases que da previene del corte digital que se produjo en el año 2000, y lo primero que avisa es de que “antes de esa fecha pasaron cosas”. Pero no estoy seguro de que así se pueda lograr. A los que conocíamos aunque fuera un poco el tema, nos ha sonado todo a un cierto “dejà vu”. Quizás -y ojalá así sea, como es verdad que indicaron algunos espectadores- pueda servir para que se enteren de lo rompedoras de su actividad y obra los que la desconocían, pero no sé: al menos anoche no me pareció ver entre el público congregado a nadie de la nueva generación, y no sé si su reacción, de empezar a ver el documental, sería de caída del caballo y apuntarse a la buena causa descubierta, la verdad.
También en el coloquio, ya que en la película no demasiado, me hizo gracia pescar alguna indiscreción que se le escapó a Pilar Parcerisas, entre su esperable discurso (que no creo fuera tampoco lenguaje de ahora para los de ahora) sobre la cuestión artística, como esa malévola frase que le oyó a Joan Brossa cuando ya se había alejado de Portabella y salió éste a colación en la conversación: “Los ricos siempre acaban tirando arroz”. O esa polémica en La Vanguardia entre el Grup de Treball y Tàpies, que La Vanguardia (que siempre es muy suya) acabó zanjando sin publicar ninguna carta de réplica del Grup de Treball y sólo publicando, como postura cercana al GT, pero mediadora, los escritos de Portabella.
Un poco de mordiente, cuando menos.

Luis Parés, en la Cineteca de Madrid.

Xavier Albertí expresando esencias teatrales de Portabella.

Àngel Quintana nombrando aspectos de lenguaje de su obra.

Xavier Balló. También aparecen tres críticos extranjeros de nombre, que se han interesado por las películas de Portabella y dos especialistas del mundo artístico.

La partida de cartas de Lucía Bosé con Antonio Saura, Antoni Tàpies y Joan Ponç en “Nocturno 29”, de la época brossiana de su obra.

Romà Gubern, ahora no recuerdo si en “Umbracle”

Carles Santos. (¿En “Acció Santos”?)

“El sopar”

“Informe general”




 

 

jueves, 3 de abril de 2025

C’est pas moi

Contando historias ejemplares con la paleta última de Godard.

Acudiendo una y otra vez al cine.

A las grandes películas que en el cine han sido…

Repasando su filmografía.

Festival d’A (5)
Le pidieron a Leos Carax desde el Centro Pompidou que hiciera una películita, personal, atendiendo a la pregunta ‘Qui êtes-vous?’ y respondió haciendo la mejor película, para atesorar e ir volviendo a ver, de los últimos tiempos, hablando -a su manera- de él, de su familia, de sus peliculas, montando extractos de sus fases más personales, y emulando el “Histoire(s) du Cinéma” y las últimas películas digitales de Godard, haciéndolas más claras y directas, todo ello diciendo, cuando más implicado que nunca está con lo presentado, que “C’est pas moi” (2024)
Una pequeña (40 minutos) maravilla.



Con intertítulos mensaje también al estilo Godard…

…aportando hasta cine familiar.
 

Documenteur


Es uno de los dibujos que aparecen en “Documenteur” (Agnès Varda, 1981), una áspera, con encuadres muy estudiados, película rodada en Los Ángeles que pinta como pocas el desarraigo de una mujer intentando montar una nueva vida sola con su pequeño hijo (interpretado por el propio hijo de la cineasta, Mathieu). Creo que no la había visto nunca, y ahora está en Filmin.
El niño de la izquierda no, pero la pareja bien podría pasar por un dibujo de Javier de Juan.




 

miércoles, 2 de abril de 2025

¿Qué miras?


Pues ya he visto los cinco episodios de la serie “¿Qué miras? (Caixaforum +) … y se me ha atemperado bastante el interés despertado por el primero.
No siempre los fotógrafos pueden decir con sus palabras cosas a igual nivel de interés que sus fotografías, pero además veo que se cae bastante en temas que están a la orden del día ( identidad de género, liberación de la mujer, etc) y que los comentaristas entran en un lenguaje que se me antoja trufado de palabras y frases recalcando eso de forma algo impostada, excesivamente elaboradas.
Estando curioso cómo se repite formalmente el inicio de desplazamiento de los comentaristas hasta reunirse, me interesa más la segunda parte de cada programa, con su grafismo pero, sobre todo, con el análisis a fondo -mostrado como explicación efectuada por la propia imagen- de una fotografía histórica de Magnum.
¡Ah! Por cómo van vestidos los comentaristas de las imágenes que se les presentan, debió grabarse en verano.
Salvaría, básicamente, el episodio 4, con Emilio Morenatti, que habla como fotoreportero en entornos de grandes crisis, tocando temas que a mí, personalmente, me llegan bastante más. En ese episodio, además, apreciamos la seria apariencia de Jesús Núñez Villaverde, del Instituto de Estudios sobre Conflicto y Acción Humanitaria, quien está claro que sabe de circunstancias dramáticas que no llevan a elucubraciones y chácharas cara a la galería.

(Morenatti explica que tenía sólo diez minutos para bajar del helicóptero que llevaba urnas a un perdido y aislado valle del Afganistán, hacer rápido alguna foto y volver a subir al helicóptero si no quería quedarse ahí ya para los restos. La fascinación de las niñas por el helicóptero le permitió hacer esta hermosa fotografía) 

martes, 1 de abril de 2025

Esteve Riambau en las Proclamas Políticas de Ombres Mestres

(No es un escrito mío, pero ante tan generoso apunte, guardo en este blog-almacén la entrada de Esteve Riambau de ayer noche):

Exhaustiu recorregut de Juan Manuel Garcia Ferrer per les Proclames Polítiques al llarg de la Història del Cinema. La sessió de les Ombres Mestres al Cineclub de l'Associació d'Enginyers Industrials revisava fragments emblemàtics de diverses circumstàncies polítiques, des d'un agafat pels péls "Napoleon" d'Abel Gance fins la desfilada final de Nanni Moretti a "Il sole del futuro", No hi ha mancat l'escena inicial d'"El triomf de la voluntat" de Leni Riefenstahl (sense la desfilada posterior amb la mà mesiànica de Hitler), els magnífics diàlegs anticomunistes de "Ninotchka" o l'emotiu final de "This land is mine", amb Charles Laughton llegint la Declaració dels Drets Humans als seus alumnes abans de ser detingut pels nazis. No podia faltar una escena nacionalcatòlica d'"El frente infinito", una notícia de Laya Films, un pla-seqüència de Miklós Jancsó amb cavalls i un helicòpter vermell o diverses escenes de "Retour à Reims". A destacar dues notes exòtiques amb els finals d'un film xinès de la Revolució Cultural i el d'un melodrama nord-coreà tan ensucrat que semblava fet a Hollwywwod.

Segur que el public -amb la presència de velles glòries de la crítica- ha sortir amb la seva llista de mancances. A la meva hi posaria Amèrica Llatina, amb el cinema de la Unitat Popular xilena, el peronista Fernando Solanas, el bolivià Jorge Sanjinés o el mexicà Paul Leduc. Perque, quan parlem de proclames, volem dir propaganda, no? No es cap matís pejoratiu. Com ha dit el ponent a l'inici de la sessió, "cada film transmet un missatge polític". I jo afegiria: "Cada proclama política te el seu destinatari". Hi ha films a favor i en contra, per convençuts i per reticens, d'acord amb la dreta o amb l'esquerra. Particularment interessant es quan el context històric canvia el sentit d'una mateixa pel·lícula. Com en el cas de "La grande illusion" de Jean Renoir, elogiada com a pacifista abans de la segona guerra mundial i denunciada com a col·laboracionista després. Aixó ens hauria portat a parlar de Marc Ferro i de la doble lectura històrica del film, però dues hores ben aprofitades ja no donaven per mes.





 

 

¿Qué miras?

Carátula del programa.

Visto en la plataforma gratuita Caixaforum+ el primer capítulo de la serie “¿Qué miras?” (2024), dirigido por Cynthia González y María Santoyo, realizado por Javier Ruiz de Arcaute.
En él, Joan Fontcuberta habla de su proyecto expositivo “Fauna”, que hizo en los años 80 con Pere Formiguera, y un equipo de tres expertos (el antropólogo Juan Luis Arsuaga, Clara Giménez Cruz -de la Fundación Maldita, dedicada a la detección y aviso de bulos- y Rafael López, de la cuenta http://xn--afirmacin-d7a.es/) discuten sobre lo que ven en las fotos producidas en el proyecto.
Luego se efectúa, con otro dispositivo, el análisis de la famosa fotografía que Philippe Halsman hizo a Salvador Dalí en 1948, cuando, como en el momento de “Fauna”, no existían los procedimientos actuales para retocar digitalmente las fotografías.
Montado y mostrado con habilidad y dinamismo en la Roca Umbert de Granollers, si los capítulos siguientes se mantienen a la altura del primero, ya tenemos una serie de análisis de la historia de la fotografía recomendable.

Una de las fotos de Fauna dadas a comentar a los tres inadvertidos comentaristas.


El “Dalí atómicus” de Halsman.