Sólo había visto de Marlen Khutsiev la –extraordinaria- escena inicial de “Tengo veinte años” (1964), que me dejó boquiabierto, y sin saber que era suya hasta que me lo han dicho entrando hoy a ver en la Filmoteca “Era el mes de mayo” (1970), la única que he podido pescar de su ciclo. Aunque me han comentado que no es su mejor película, o quizás por ello, me he quedado con enormes ganas de ver todas las demás.
Arranca con unas imágenes de las tropas rusas acabando con la última resistencia de Berlín, y termina con otras imágenes “documentales”, de época ya “actual” combinada con otras imágenes/toque de atención, que redondean lo que el film quiere explicar, y explica muy bien. En medio de esos dos momentos, se pueden distinguir a su vez dos partes muy diferenciadas. Ya han pasado cuatro meses de la guerra y un joven teniente y cuatro soldados esperan destino en una granja alemana. Allí duermen todo lo que no han podido dormir antes, comen y beben bien, contemplan y hasta bailan con la mujer del dueño de la granja. El protagonista, el teniente, se pone cada mañana a oír un disco, que significativamente es el “J’attendrai”. Realmente, tienen todo el tiempo que quieren para reflexionar, y los espectadores con ellos, sobre qué será de su vida en el futuro. Pero una noche un amargo descubrimiento cambia súbitamente toda su perspectiva, y se dan cuenta que han ayudado a acabar con algo inhumano, que debiera ser irrepetible.
Si tuviera que quedarme con una escena, escogería el largo trayecto del teniente en su motocicleta, acudiendo raudo y feliz (acaba de beber una buena cantidad de vino) a la llamada de unos camaradas. La cámara le coge sonriente en contrapicado desde la rueda delantera, o lo ve evolucionar por caminos limitados por árboles, cuyas ramas la cámara de tanto en tanto también deja ver pasar, recordando escenas parecidas de Dreyer o Lang, y ofreciendo un momento de plenitud difícilmente superable.
Habrá que esperar a una segunda oportunidad de ver los films de Marlen Khurtsiev, sin que esa vez nada impida acudir…
No hay comentarios:
Publicar un comentario