El hombre bueno

¡Vaya varapalo se está llevando “El hombre bueno” (David Trueba, 2024; en Movistar).

En Filmaffinity le han asignado hasta un suspenso como nota media. Lo más triste es que me temo que la gente la debe reprobar precisamente por lo que, a mi entender, mejor tiene: esa aproximación al cine de su sobrino Jonás. Ahí está esa utilización (que ahora ya comparten) de Vito Sanz, ese seguimiento de unos hechos mínimos en algo parecido a unas vacaciones, actores nada declamatorios, etc.

Unas escenas rodadas (no muy bien) con vaivenes de oleaje de una costa marítima mediterránea mientras suena el emocionante “Veles i vent” de Raimon/Ausias March nos llevan hasta la casa con piscina junto al mar y espeluznantes vistas por donde van a moverse nuestros personajes (una pareja figura que en crisis, su hija y el antiguo amigo que les ha invitado) durante todo el metraje.

El antiguo amigo, retirado ahí cuando le pasó algo que la película oculta pero que acaba explicando en demasía (y ese es a mi entender uno de sus defectos) es Jorge Sanz, quien, por una reciente foto que colgó Sánchez Harguindey sé que es gran amigo, desde hace mucho tiempo, de David T.

En una escena ellas y él se dan un baño en el mar. La única que cubre su desnudez con un inmaculado traje de baño es la niña, supongo que para cubrir así la eventualidad de una molesta persecución censoril. Es curioso cómo las cosas se han invertido con respecto lo que, en la vida real, era más normal.

Hay unas cuantas cosas más que no me convencen en la película, pero frente a las que van colgando últimamente las plataformas, no sé de qué se queja la gente…