viernes, 29 de noviembre de 2019

Historia de un vecindario


Giorgio Morandi ante una serie de potes de los que solía usar como modelo.
Yasujiro Ozu y Giorgio Morandi fueron coetáneos. Morandi era mayor que Ozu, pero ambos murieron con pocos meses de diferencia. Ayer, viendo “Historia de un vecindario” (1947) me preguntaba si Ozu conocería las obras de Morandi. Lo podría haber dicho con más razón otro día, a partir de contemplar numerosas escenas de otras películas suyas, pero se me ha pasado por la cabeza viendo los potes que Ozu coloca estratégicamente en primer plano en ésta, creo que es en la escena en la que la mujer va a ver si encuentra al padre del niño que le han encomendado acoger.
Me parece que no era exactamente ésta la escena de los potes morandianos en primer pote, pero valga como ilustración de lo que quería decir.
Hay, pues, potes en primer plano en una escena, pero la película, aunque por el final tenga otra que crees va a emular otros finales que cuentan con Chishu Ryu como personaje del padre, no va en esta ocasión de hijas casaderas, pues no aparece ninguna de esa generación, aunque si un poco de una persona ya mayor, en este caso acostumbrada a vivir sola. Entra a formar parte de un grupo de películas de Ozu, también nutrido, con andanzas de gente muy joven o, como aquí, niños.
Pareja en dunas frente al mar, reflexionando sobre su futuro...
Hay también escena de una pareja en unas dunas frente al mar, pero en esta ocasión la pareja está formada por un niño -con su gorra como de visera tirada para atrás- y la que podría ser su abuela.
La mujer y el niño acogido a regañadientes.
Es, de eso no cabe ninguna duda, un Ozu más, de esa retrospectiva suya que, para nuestra suerte, nos está ofreciendo la Filmoteca.
¡Al fotógrafo!

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