lunes, 18 de noviembre de 2024

Lázaro de noche

Nicolás Pereda y Tess Renaudo, una de las directoras del festival, en el coloquio tras la proyección de anoche.

L’Alternativa 2024 - 5
Nicolás Pereda ha sido uno de los protagonistas de L’Alternativa a lo largo de los años y en éste le han dedicado un “Encuentro”, además de que en la Filmoteca harán una retrospectiva de su obra.
Anoche, presentando su última película, “Lázaro de noche”, acabó sus palabras introductorias a la proyección con un divertido “Sí no les gusta, las otras son distintas”, para que no por ello dejaran de acudir a su retrospectiva.
Y, ciertamente, “Lázaro de noche” supone un notable cambio respecto a sus películas previas. En varias ocasiones, en el film, algún personaje se dirige al del sempiterno actor principal de Pereda, Gabino Rodriguez, llamándolo Gabino y éste le rectifica: “Ahora me llamo Lázaro”.
Efectivamente en los títulos de crédito ya no aparece como Gabino, sino como Lázaro, y en el coloquio final Nicolas Pereda nos informó de que en la vida real decía que era otra persona y había cambiado de nombre. Esto puede ser una anécdota, pero otros muchos elementos nos hablan de cambio, bastante radical, en esta película respecto a las anteriores del realizador.
Por una parte, salvo la escenificación del cuento de Aladino del final, toda ella se desarrolla en un ambiente urbano, en contraposición con el habitual entorno rural previo. Pero, además, si bien había bastantes elementos de humor en sus películas anteriores, ésta la asignaría sin dudarlo la característica de comedia: las risas corren por la sala.
Sigue manteniendo coherencia con sus películas anteriores principalmente por el hecho de estar rodada con sus mismos actores, del grupo (me enteré ayer del nombre) “Lagartijas tiradas al sol” y -como también explicó anoche en el coloquio Pereda- de ellos extrae numerosos datos de su personalidad para enfocar su película.
En ésta, “gente que llega a los 40 años y no ha llegado a nada” entran en una acción cruzada. Ella (Luisa Pardo) comunica por sorpresa a su marido (Gabino/Lázaro Rodriguez) que ha estado acostándose con su amigo (Francisco Barreiro). Los tres optan a entrar mediante un casting en la película que el director (Gabriel Nuncio) ha escrito con su mujer (Clarissa Malherios).
Entre los cinco personajes y la madre de Lázaro (Teresa Sánchez) se teje una serie de ocultaciones de a dos o a tres bien enrevesada, que es lo que hace estallar la comedia.
En el coloquio, Nicolas Pereda explicó las razones de los cambios de estilo posterior de la película, expresando ser consciente que tal como la había dejado, pudiera quedar confusa. Se refiere a toda una parte que viene a explicar cómo surgió la relación entre los tres principales personajes y a un colofón final con la escenificación del cuento de Aladino de forma tirando a desencantada.
Este último trozo aclaró que le debe mucho a una conferencia del escritor César Aira sobre el realismo mágico, en la que expresaba que la magia deja de ejercer como tal cuando se vierte en exceso. El deseo mal llevado de los personajes tenía ese eco final.
Al final de la película también aparece escrita la referencia a los talleres del uruguayo Mario Levrero, a quien al parecer agradecería haber inspirado aspectos humorísticos ligados a la vida cotidiana en la parte previa de la película.
Me apunté también la reflexión de Nicolas Pereda de que le parecía absolutamente ridículo el personaje del director que aparece en la película, pero que cree estar absolutamente de acuerdo con todo lo que, sobre el cine, dice.

Los tres amigos entre los que va la trama.

Gabino / Lázaro, en la casa del director.

Encuentros y desencuentros de a tres,

Comiendo uno de los premios de la lámpara de Aladino.
 

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