Es el reloj de “Laura” (Otro Preminger, 1944), destrozado por el trance final de la película, significando la ruptura ya total entre Waldo, ese Pigmalión que no admitía a moscones de la calaña que fueran alrededor de su protegida , y la fascinante Laura.
Laura tenía un reloj en su casa y Waldo otro, por lo que podría decirse que era el elemento que aún unía a esos dos universos que parecían circular ya cada uno por su lado.
Pero ha surgido hoy en la sesión una sorprendente opinión adicional sobre la aparición de ese reloj -precisamente ese-, adquiriendo un cierto protagonismo en la película. Según ese espectador, el reloj definiría a Waldo, personaje con doble fondo, como se demuestra tiene, finalmente, el reloj de marras.
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