El Munch, en un muelle de la nueva ciudad.
Filmin ha colgado “Más que un museo” (2024), otra pieza más que va colocando Morrosko Vila-San-Juan en el puzzle que lleva un tiempo montando sobre la arquitectura más actual.
En este caso parece dedicada al nuevo Museo Munch de Oslo, esa estructura vertical cargada de hombros, aparentemente gris opaca pero que, si se contempla de noche, se descubre totalmente transparente.
Oslo era un pueblo grande y muy recientemente ha aparecido en todo su frente marítimo un nuevo denso y deslumbrante conjunto de edificios modernos, que han transformado radicalmente su esencia.
Concretamente, en el Sureste, en la antigua zona portuaria y de comunicaciones situada entre las vías y estación de tren y la bahía, se erigió, además de una línea de viviendas, ese edificio de la Ópera que, como característica más popular, permite mediante una amplia rampa pasear subiendo hasta su terrado.
Ahora, conectado mediante una pasarela con la Ópera, el nuevo Museo Munch.
La Ópera vist desde el Munch. A la derecha, Juan Herreros.
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