Lo dice como un pecado de juventud, pero ahí queda dicho:
“Cuando tenía entre 15 y 18 años no me gustaba el teatro. Cuando iban mis compañeros del IDHEC, yo estaba en contra. Me decía: cuando se ama la vida, se va al teatro (éste -aclaro yo para quien no haya caído, es un slogan promocional del teatro de éxito en Francia), y cuando te das cuenta de que está sobrevalorado, se va al cine. Porque el cine protege, mientras que el teatro confronta. Y yo no tenia ningunas ganas de ser confrontado”.
Lo dice Arnaud Desplechin en una de esas entrevistas (con Michel Ciment y Stéphane Goudet, en el número de enero de Positif) que te recuerdan lo bueno que tienen las entrevistas en profundidad como ésta, cuando disponen de interlocutores válidos a ambos lados y se deja el tiempo necesario para su desarrollo y plasmación.
Luego quedarán confirmadas por la película o te llevarás una decepción impresionante, pero lo cierto es que dan unas ganas enormes de ver esta “Tromperie” que ha realizado. Y la entrevista queda como documentación muy valiosa para ayudar a la valoración y captación de más aspectos de la película una vez vista.
Cuelgo unas pocas imágenes de la película -aún por estrenar por aquí- con Denis Podalydès y Lea Seydoux y la portada de la entrevista, con una fotografía de Desplechin que el fotógrafo Nicolas Guérin ha hecho para Positif.
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