sábado, 19 de octubre de 2019

Barcelona se acerca a la imagen de Coal Money

Los camiones de “Coal money” esperando su carga de un mineral de carbón superficial, de baja calidad.
Anoche volví a quedarme abducido por las retransmisiones en directo del espectáculo de puesta de barricadas, quema de contenedores y demás, así como lanzamiento de proyectiles de todo tipo entre encapuchados y policías. Eran cámaras colocadas en la Vía Layetana en una página web de El País que me pasaron (abarcando una calle repleta de furgones policiales, desde la Plaza Urquinaona hasta la Avenida de la Catedral) y las móviles de, en este caso, el canal 24h y La Sexta, en la Plaza Universidad, junto a la desembocadura de Pelayo y Ronda Universidad y en La Ronda de Sant Pere, donde casi se quema un árbol junto a una serie de enormes objetos metálicos. Seguro que debía haber más puntos de la ciudad con enfrentamientos, pero éstos eran los retransmitidos.
El ambiente a la salida de la mina.

Del fuego he logrado abstraerme un tiempo para pasar entonces al carbón, se ve que de mala calidad. He puesto en Filmin “Coal Money” (Wang Bing, 2009), casi un mediometraje, cosa extrañísima en Wang Bing, que sigue el recorrido de unos camioneros esperando la carga en una enorme mina a cielo abierto, en medio de un ambiente de humo, piedras y polvo negro, su viaje nocturno por una carretera infame y las negociaciones y peleas hasta llegar a un precio al que vender el carbón, descargado penosamente a mano por otros desgraciados de un nivel económico todavía más inferior.
Es lo que he podido obtener por la red como imagen creo que de la plaza de Urquinaona sobre las 0,30h, a punto de cesar en ese sitio las hostilidades. Por la televisión, casi media hora después, los fuegos ya apagados, pude ver el impresionante aspecto de toda una alfombra gris de piedras empedrándola, en una imagen que no me saco de la cabeza y que me llevó a la película de Bing.
Al acabar de verla he vuelto a la web, pero ya había finalizado su emisión en directo. He hecho un recorrido por los canales de TV que podían estar aún dando cuenta de la batalla campal nocturna, pero con poco éxito. Betevé y Trece, que la noche anterior sacaron sus cámaras para ofrecer el directo, estaban ocupados esta noche con ficciones, lo mismo que el Canal 33. Por su parte TV3 y 3/24 no salían de reproducir detalles de esas marchas tan numerosas que habían llegado a Barcelona. Únicamente pesqué ya a La Sexta, pero sólo hasta la una de la madrugada, en un momento en que parecía haber una disminución grande de los enfrentamientos en esos entornos.
La descarga de un trailer en la película.
El panorama final, dantesco. La plaza Universidad aparecía alfombrada de piedras del tamaño de un puño, las hogueras que habían servido de barricadas o no sé si de reclamo ya eran una masa informe gris, del que sólo sobresalían algunos hierros medio calcinados.
Uno de los que forman el engranaje comercial de la distribución del carbón, ganándose la vida.
Pasado el tiempo, cerca de casa seguía oyéndose el helicóptero, pero podía imaginarme, sin la ayuda de cámaras, que la cosa no había terminado del todo. Esperemos que por aquí no sé dé esa conversión de lo que había sido en algún momento una ciudad deslumbrante en una especie de mina de carbón al aire libre, humo polvoriento gris -como la plaza Urquinaona tras la batalla- dominándolo todo.

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