Todos la habrán visto, pero siempre, en una nueva visión, se saca algo insospechado. Por eso, si alguien quiere ir ahora a las cocheras de Sants, presentaré y luego intentaré llevar el coloquio de esa película a la que Buñuel inicialmente pensó bajo el título de “La belleza del cuerpo”. Entrada libre, oigan.
Jesús Franco no gana para desengaños en “El extraño viaje” desde la muerte de sus padres. Invoca al tiempo pasado continuamente: “¡Con lo buenas que estaban las peras del huerto de papá!” ¿Cuáles podrían ser esas riquísimas peras del huerto de papá, a conservar en la memoria? Aquí –Cine- se intenta recopilar y dejar visibles las impresiones a vuelapluma, en general sin documentación ni análisis previos, de la reciente visión de alguna película que me haya causado buenas vibraciones.
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