He pensado mucho en Rivette, en el Rivette de esa misma época, viendo “Du coté d’Orouët” (Las playas d’Orouët, Jacques Rozier, 1971; en Filmin).
Decía que en el documental sobre Rozier que también incluye el lote de películas a él dedicado en Filmin salía a menudo, como reconocida finalidad de todas ellas, eso de captar de la mejor forma posible “la realidad”.
De la oficina a una villa en primera línea de mar para pasar las vacaciones, pero en el mes de septiembre, la temporada ya prácticamente finalizada, la enorme playa desierta.
Las tres, broma tras broma, siempre hambrientas, se lo pasan pipa gozando de la casa de la abuela de una de ellas (que ahora no recuerdo si es la misma que, rompiendo todos los esquemas establecidos para toda ficción que se precie, se dirige a la cámara contándole sus sensaciones). La broma sube de nivel cuando se les junta el jefecillo de una de ellas en París. 20 días de septiembre que un rótulo va anunciando.
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