miércoles, 25 de septiembre de 2024

Powell habla de Pressburger

Emeric Pressburger, en el jardín de su casa.

El señor de la fotografía es Émeric Pressburger, un nombre indisolublemente asociado a Michael Powell, envuelto en un cierto misterio y un gran desconocimiento que sólo la lectura de las memorias del segundo me empiezan a desvelar parcialmente.
Húngaro, asumiendo un puesto y fama de buen guionista en la todopoderosa UFA de la preguerra, como tantos judíos que tuvieron la oportunidad, huyó de Alemania. En Gran Bretaña otro húngaro, Alexander Korda, para quien empezó a elaborar allí guiones, lo presentó a Powell, con el que fundó y compartió a partir de entonces el prestigioso sello de The Archers y una enorme y variada cantidad de buenas películas.
Da la impresión de que, con caracteres muy diferentes, se entendían a la perfección. Powell viajaba a los lugares donde quería rodar una película, para encontrar localizaciones e imbuirse de la historia que quería contar. Hombre atlético, alguno de los recorridos que se marcó, a pie, a caballo,… fueron auténticas aventuras, increíbles hasta para los locales. Desde esos lugares le enviaba impresiones y diferentes anotaciones a Pressburger, o volvía a su lado, para que ligara éstas con la historia que ya habían acordado emprender, que invariablemente escribía Pressburger y dirigía Powell, aunque firmaran todo los dos. Fue una asociación larga, al 50%, alabada por ambos.
En el segundo volumen de sus memorias, cuando Michael Powell empieza a hablar del periodo de indecisión que siguió a la puesta en marcha de “Los cuentos de Hoffman”, que les ratificó que debían deshacerse de los tejados ofrecidos por Rank o Korda y les llevó hasta a dirigir films cada uno por su lado, dedica un capítulo a narrar uno de los viajes de su camarada para satisfacer lo que él llama su “tour de france gastronómico” por restaurantes, en su mayoría tres estrellas Michelin. Transcribo aquí uno de ellos:
-Salida a las 4h de la mañana de su casa de Hamstead, al volante de su Bentley.
-En Southampton embarque hacia Cherburgo.
-Allí llegada al albergue familiar donde dormir después de haber tomado unas ‘ártichauts sauce hollandaise’, ‘langoustes à l’armoricaine’ y un ‘soufflé crème de menthe’, con buen surtido de quesos y frutos, “todo ello regado de un champagne d’Epernay, muscadet de la rive nord de la Loire frappé y un ballon de cognac de la cave personal du patron”
-A las 6h partida hacia un hotel al borde del Loira donde tomar el aperitivo a las 11h, pues “ya ha reservado su comida: un ‘chateaubriand sauce béarnaise' seguido de un enorme 'meringue crème Chantilly' especialidad de la casa.
-Salida a las 14,15 "para poder cenar y dormir en el famoso Château de La Gaze, en las Gorges du Tarn"
-"Al día siguiente, salida tarde, a las 8h, para recorrer los solo 350 Km para comer a la orilla del Ródano… y así seguir"

Con Michael Powell.

Fotografía que he encontrado del Château de la Caze, en las Gorges du Tarn.

Y una del Kronenhalle de Zurich. ¿A que recuerda poderosamente a la Brasserie Flo, Antonio?
 

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