De vuelta a la calle Ailolu
El baile de “De vuelta a la calle Ailolu”.
La coincidencia de dos exposiciones de Didí-Huberman en Barcelona ha facilitado que la Filmoteca le dedicara también un ciclo que dialogase con sus claves. Y, gracias a este ciclo, ayer tuvimos la suerte de poder ver dos hermosos films, el primero y el más reciente, de la cineasta griega residente en París María Kourkouta: “De vuelta a la calle Ailolu” (2013) e “Intermedio” (2022).
El primero (14 min) supone una bella intervención sobre películas griegas de los años 50 y 60, de las que Kourkouta se ha fijado básicamente en ciertas figuras que aparecían en ellas, sobre las que ha actuado con repeticiones, sobreimpresiones y otros procederes. Y lo enlaza todo con poemas de famosos poetas griegos.
El segundo (24 min) procede, según explicación de su directora, de las diferentes filmaciones que desde 2013 fue efectuando de las operaciones de un pequeño astillero artesanal cercano a su lugar de residencia en Grecia.
Cuando iba a seguir rodando, Claire Atherton, la montadora de Chantal Akerman, le dijo que lo que debía hacer es dejar de rodar y montar lo filmado, y entre las dos es lo que se pusieron a hacer, actuando sobre sonidos ambiente, ritmos y en general tomas de mucha proximidad sobre todo tipo de deslizamientos sobre las traviesas de la playa del astillero, ya sea para amarrar o para botar embarcaciones.
No sé si se habrá de hablar de cine experimental (como supongo se hará sobre el primero) o incluso etnográfico al referirse al segundo, pero lo que está claro es que ambos films incorporan -y esto es lo que los hace a mi entender valiosos- un montaje lleno de poesía, de forma literal el primero, sin acudir a ella el segundo.
Intermedio.
Intermedio.
Fran Benavente (quien demostró con sus preguntas que había analizado las películas hasta el último detalle, llegando a conclusiones que llegaban a dar forma a toda una teoría sobre la obra de Kourkouta), la traductora a y del francés y la directora.