![]() |
| Ingrid Bergman, niña. Seguramente retratada por su padre. |
![]() |
| Con el que sería su primer marido. |
![]() |
| Encuentro Bergman-Rossellini. |
![]() |
| Ella, supongo que en Stromboli, con su cámara familiar, rodando. |
Jesús Franco no gana para desengaños en “El extraño viaje” desde la muerte de sus padres. Invoca al tiempo pasado continuamente: “¡Con lo buenas que estaban las peras del huerto de papá!” ¿Cuáles podrían ser esas riquísimas peras del huerto de papá, a conservar en la memoria? Aquí –Cine- se intenta recopilar y dejar visibles las impresiones a vuelapluma, en general sin documentación ni análisis previos, de la reciente visión de alguna película que me haya causado buenas vibraciones.
![]() |
| Ingrid Bergman, niña. Seguramente retratada por su padre. |
![]() |
| Con el que sería su primer marido. |
![]() |
| Encuentro Bergman-Rossellini. |
![]() |
| Ella, supongo que en Stromboli, con su cámara familiar, rodando. |
![]() |
| Los dos en el escenadio vistos en el reflejo del cristal de la cabina del traductor instantáneo, cuyo rostro se aprecia ligeramente. |
![]() | |
| Calabria 66. Un edificio enorme. Por la planta baja, en la cafetería, grupillos de gente hablando de acciones de sus grupos, en otros locales reuniones, etc. |
![]() |
| Selfie previo a la sesión. |
![]() | |
| Fotografiando a los presentadores y al gozo de ver la sala repleta. |
![]() | |
| En el coloquio posterior, Jonás Trueba contestando a los cinco. |
![]() |
| La celebración de los 300 años de la subida al trono de los Romanov. |
![]() |
| Todo un continente preparándose para la guerra. "Obreros fabricando armas para matar a sus hermanos". |
![]() |
| Los tres despreocupados amigos, antes de la concienciación de Máximo que es la línea espinal de la película. |
![]() |
| Otra muerte en la enorme fábrica. Este obrero, con el amenazante apoyo de todos los demás, consigue que el patrono se descubra la cabeza ante el cuerpo del accidentado. |
![]() |
| La pieza clave de la película: el acordeón que toca la cancioncilla leitmotiv y... |
![]() |
| ...y esa "¡A las barricadas!" que canta, enardeciendo a los obreros, esta chica. |
![]() |
| El jefe de policía va a comprobar una denuncia del miserable hombre de su lado. |
![]() |
| Una maestra que tiene las cosas claras. |
![]() |
| Máximo siente algo más que admiración por esta valerosa mujer. |
![]() |
| Como en Terrassa hace ya un tiempo, la exposición se inicia con un repaso a los cines de Terrassa -todos ya desaparecidos- que frecuentó Padrós en su infancia. |
![]() |
| También recuerdo más fotografías y documentos de viajes juveniles en la presentación de Terrassa. Así, supongo que habrán pensado, se dedica más a la obra posterior. |
![]() |
| Padrós, delante de parte de sus cuadros pop, escuchando a Valerio Carando, comisario de la exposición. |
![]() |
| El "Grup de Terrassa", como le bautizó Joan Perucho. |
![]() |
| Dibujos inéditos de Padrós. |
![]() |
| Fotografías del Padrós escolar. |
![]() |
| El concejal de cultura de Terrassa, tras declamar en un discurso con todo lo que se espera que tiene que decir un político en estos casos, contempla el traje de la Shirley de "Shirley Temple Story". |
![]() |
| Notas sobre las japonesas falsas suicidas, el último proyecto de Antoni Padrós, que estaría bien le ayudaran y animaran a tirar para adelante. Hasta ahora es simplemente una historia muy atrayente. |
![]() |
| Pep Garrido -coguionista- y Óscar Pérez -director y coguionista- anoche, justo antes de iniciarse la sesión del Zumzeig. |
![]() |
Koto Maelainin, en medio del Delta del Ebro. |
![]() |
Mercè Pons, madre adoptiva, en la clínica ante un sorprendido Koto.
|
![]() |
| En una casa del Delta. Si el rodaje fue de dos semanas, previamente estuvieron todo un mes para encontrar las localizaciones. |
Siempre digo que soy un ignorante musical, de todos los tiempos. Pero por un breve periodo de años fui explorando por dónde me llevaba el gusto, para luego olvidarme, dejando enterrado cualquier acercamiento al mundo musical por otras mil cosas, muchas de ellas –¡ay– lejos de mi agrado. Casi todos los discos que conservo son de esa época. Primero hice una exploración por el mundo del jazz. Aún vivían y estaban en plena actividad grandes figuras, por lo que tuve la oportunidad de ver varias de sus actuaciones. Entré en la música de jazz por una doble vía básica. Una, la de Bill Evans, que tuvo su continuidad y forma un mundo por sí sólo. Aunque, de hecho, pronto descubrí que había actuado como pianista en grupos de mi otro introductor, Miles Davis, de quien siempre repito que con su evolución me llevó por todo el resto de música, más allá del jazz, que fui descubriendo.
Consolidado el gusto gracias a esas dos vías, di con Brian Eno (otro huerto de esos fértiles) y luego de lleno, en una mirada retrospectiva, con la Velvet Underground. Pero sobre todo una específica: la del grupo con Nico como cantante. El famoso disco del plátano en portada, con canciones como «I’ll be your mirror», con esa voz tan potente, a la vez que emotiva.
El mito de Nico, esa belleza avasalladora, se fue acrecentando por varios lados. En su origen modelo, recordada por aquí gracias a los anuncios de Terry fotografiada por Leopoldo Pomés, unos amigos contaban que, en la época en que viajaba con su fúnebre armonium, ese con el que acompañaba a sus canciones en solitario de tono monocorde, rendida a la heroína, la habían visto salir tras pasar la noche nada menos que de un austero albergue de la plaza Real de Barcelona, acompañada de Philippe Garrel, quien luego hizo alguna de sus películas partiendo de su recuerdo.
El personaje daba para un buen documental, y éste lo hizo Susanne Ofteringer en 1995: «Nico Icon», entrevistando a los que la habían conocido. Casi sólo recuerdo una escena del documental, que es la que traigo aquí. Nico tuvo con Alain Delon un hijo, Ari. Karin Leiz, la socia, primera modelo fotográfica y mujer de Leopoldo Pomés, que lo conoció cuando ya tendría unos veinte años, decía siempre que era guapísimo, como no podía ser de otra forma procediendo de esos dos padres.
Pero Alain Delon no reconoció nunca la paternidad de Ari, por lo que éste fue criado no por Nico, que iba a su bola, sino por su abuela, la madre de Alain Delon. En el documental aparecía la abuela, una mujer que evidentemente sí reconoció en Ari a su hijo, explicando varias historias ligadas a la educación de Ari y la personalidad de Nico. Recuerdo básicamente a la buena mujer, en su casa, explicando con cariño que Nico tenía una forma de vida inocente y –sin decir nunca la palabra– irresponsable. Se pasaba largos períodos fuera de casa y al cabo de muchos meses regresaba a ver a su hijo. Contentísima, le daba en esas ocasiones el regalo que había comprado para él. Y ahí está: la buena mujer se sonríe y nos sonríe, como diciendo que no había nada que hacer, que estaba claro que ella no entendía de esas cosas, al explicar en qué consistía el gran regalo que Nico, una artista que pasaba por una época sin limitaciones económicas, le llevaba a su querido hijo después de mucho tiempo sin verlo: ¡Unas naranjas!
Casi lloré viendo que Nico, que tanto imponía con su figura y su vozarrón, era, en el fondo, tan infantil como su hijo.
![]() |
| Esta misma pasada semana utilicé lo que Isabel había escrito en su crítica de un "Cinema 2002" de 1979. Siempre tan certera con las palabras y los sentimientos. |